Para muchos, la respuesta puede ser de perogrullo, pero no está de más retomarla. El inglés, como lengua universal hoy en día, es una de las principales herramientos de para el desarrollo de la actividad académica en las universidades y centros de pensamiento de todo el mundo: miles de trabajos de investigacións, desde simples papers a libros y tratados completos se escriben o se traducen a este idioma como medio para universalizar el conocimiento.
En el caso de una carrera como Derecho, su utilidad aumenta cada día: manejar un nivel avanzado de inglés no solo es un requisito básico para postular a programas de intercambio o realizar posgrados en muchas de las universidades más prestigiosas del mundo con las que la U. de Chile tiene convenios, sino que además es cada vez es más necesaria en el mundo laboral, dado que numerosas empresas nacionales y transnacionales celebran contratos y establecen un sinnúmero de relaciones jurídicas con el extranjero, que solo son posibles en este segundo idioma, y que sin un manejo adecuado de este, se pueden escapar de las manos hasta del abogado más competente.
¿Cuál es la realidad de la Facultad de Derecho de la U. de Chile?
Nuestra Facultad, hoy en día se encuentra atrasada en esta materia: si bien la Universidad de Chile, desde su Proyecto de Desarrollo Institucional se puso como meta que para el 2013, todas las carreras impartan Inglés como un ramo o contenido obligatorio, la Facultad de Derecho aun no innova en la materia, y no tiene ningún lineamiento para ello.
Hoy en día, se imparten cursos de Inglés en la categoría de ramos libres: se trata de los cursos con convenio con el Instituto Chileno Británico y Chileno Norteamericano, y del Programa Plataforma, elaborado por la misma Universida de Chile.
Los dos primeros, no han logrado cumplir con las espectativas mínimas que requiere la docencia universitaria en un segundo idioma, pues solo se imparten niveles muy básicos del idioma, que no permiten profundizar más a los estudiantes que ingresan con algun grado de conocimiento previo, y le dan un aprendizaje incompleto a quienes alcanzan niveles básicos con ellos.
El tercero, es un programa de cuatro semestre de duración, que permite alcanzar el estandar internacional de manejo del idioma ALTE 2. Si bien ha sido bastante exitoso en los varios años que se implementa en la universidad (dado su enfoque en el desarrollo de habilidades comunicativas y en potenciar sus conocimientos y habilidades previos), y es utilizado como programa obligatorio en facultades como Ciencias Sociales, Medicina y Arquitectura (y como optativo o electivo en varias otras), en nuestra facultad no es tomado muchas veces por los estudiantes, principalmente por desinformación respecto a sus contenidos y número de semestres que requiere un aprendizaje completo.
¿Qué se puede Mejorar Entonces?
Como representante transversal, trabajé desde diciembre hasta mediados de este año en una propuesta para que Inglés, pasase de ser un ramo libre a uno electivo, para darle más flexibilidad a su aprendizaje, unificar los cursos existentes y como fase intermedia para su implementación posterior como ramo obligatorio. Si bien la propuesta original no prospero en el Consejo de Escuela (despues de haber insistido bastante tiempo para poder siquiera presentarla), quedó al menos el compromiso de que la obligatoriedad del ramo debe ser una materia que se debe discutir en algún momento. Aunque no se ha avanzado más al respecto, mi objetivo es poder volver a darle impulso a una reforma que es cada vez más urgente.
¿Qué propongo? Dado que la Universidad tiene como meta que la enseñanza de inglés deba ser obligatoria de aquí al 2013, propongo los siguientes criterios:
1) Cualquier plan de estudios de Inglés, debe considerar por lo menos cuatro semestres de aprendizaje del Idioma, abarcando desde los niveles más básicos (tomando como referencia, los planes de estudio del MINEDUC para la enseñanza media) hasta por lo menos el estandar ALTE 2 (tomando como referencia el programa Plataforma, utilizado en gran parte de las carreras).
2) Se deben diseñar mecanismos complementarios de aprendizaje y entregar facilidades económicas para que los estudiantes que requieran rendir tests internacionales (como el TOEFL) puedan hacerlo.
3) Si bien el Inglés debe ser un contenido obligatorio para la carrera, se debería ponderar curricularme como un ramo electivo u optativo. Esto, porque cada estudiante al momento de realizar el test de diagnóstico de ingreso, puede requerir una cantidad distinta de semestres de aprendizaje (o incluso no requerir de ninguno), de acuerdo a sus conocimientos previos, por lo que al ser ramo obligatorio como Civil o Procesal, tendríamos estudiantes como más ramos obligatorios que cursar que otros, obligándolos a retrasar el egreso, o sobrecargarse académicamente. En este sentido, se debe entenderse la obligatoriedad más bien como un "requisito para el egreso", y por ende, entregar las facilidades necesarias.
4) Todo programa de aprendizaje, debe entregar algún tipo de certificación del nivel de aprendizaje alcanzado.
5) El programa de aprendizaje adoptado, ya sea propio de la facultad o copiado de otra unidad o programa académico, debe adoptar como meta en el largo plazo poder integrar los niveles avanzados de manejo del idioma, con los conocimientos y competencias propias de la carrera; en otras palabras, debemos aspirar a poder impartir a futuro un "Inglés Jurídico" en la escuela (como sucede en la Facultad de Economía y Negocios, que tienen un quinto semestre de "Inglés de Negocios").
En base a esos criterios, creo que es posible iniciar una reestructuración de la Enseñanza de Inglés en el pregrado; no obstanten, aspiro a que desde el Consejo de Escuela se pueda abrir un debate amplio entre el estudiantado, para que sea un actor relevante en este proceso, por medio de asambleas y comisiones abiertas, y la realización de encuestas entre los estudiantes.